WALSh, R. (1996) Fotos. En Los oficios terrestres. Buenos Aires: Ediciones de la Flor.
Fotos es un cuento que está estructurado de una forma fragmentaria. Dividido en cuarenta y un párrafos, cada uno de ellos parece representar una escena, un momento elegido por el narrador, donde se juega con el lenguaje y se producen algunas alteraciones. Además existe una inclusión de diferentes tipos de discursos, como cartas y poemas y de distintas voces.
En Fotos como en otros cuentos se narran dos historias. Al comienzo Jacinto relata en primera persona la vida de un amigo de la infancia, Mauricio. Ambos personajes se convertían en los protagonista del cuento. Este último se lo describe como la oveja negra del pueblo, quien siempre se metía en problemas. En cambio Jacinto, se muestra como una persona que viene de “una buena familia” y se comporta como esperan sus familiares, representando el orgullo para toda su familia, sobre todo para su padre, cuando se convierte en abogado.
La vida de Jacinto es predecible, tranquila y hasta lineal. En cambio Mauricio va sufriendo cambios en su actitud y pasa de ser una persona que siempre tiene que moverse, y así lo pintan todas las voces que hablan sobre él, a querer establecerse nuevamente en el pueblo con un estudio fotográfico que abre con ayuda del padre. A partir de aquí se produce una discusión entre los amigos sobre el arte y la fotografía. Al final Mauricio se suicida sin antes incendiar el estudio y Jacinto hace una reflexión final sobre su amigo. Comienza y termina el cuento con la voz de Jacinto en primera persona hablando sobre Mauricio.
La otra historia que se cuenta, y se va intercalando (filtrando) en los párrafos, se refiere a los cambios que se dan en la vida política y las actitudes que toman los distintos personajes a partir de esos sucesos. El padre de Jacinto se pinta en el cuento como una persona influyente tanto en el pueblo como en la familia. “Me ofrecieron el puesto, pero Papá no quiso, dice que él me paga el sueldo. Claro, no se trata de eso, pero el no quiere transar con nada desde las últimas elecciones.” (p. 40) Comentario que hace Estela en una carta a Jacinto. Pero éste a su vez recibe instrucciones del padre en una carta luego de recibirse de abogado.
Yo soy viejo, pero vos tenés un lugar que ocupar, una línea que seguir. Vas a cambiar de partido porque el nuestro se murió. (…)Acordate que la pelota se patea en Buenos Aires, pero el pié se apoya aquí. Tenés que conocer a la gente, los chacareros, los acopiadores, los comisionistas, resolver los problemas y pleitos, sacar presos. (…) Vamos a abrirte un estudio en el pueblo, ya lo tengo pensado. (p. 45)
La voz de la madre de Jacinto que también aparece, se entrevera en su texto la vida de la familia como así también la del pueblo:
(…)¿no sé si conociste esa chica que tomó el grado en vez de Estela? Buenos, “dicen” que anda con M. ¿Qué me contás? En mayo o junio iremos por allá, tu padre quiere cambiar el auto. Vendió bien los últimos Hereford, ahora no quedan más que mochos en todo el campo, que va bien, lástima que no se consigue quien trabaje. Le quisieron meter el sindicato y los sacó carpiendo, pero hay días que no come, de tan furioso que está. ¿Hasta cuándo, no? (…) (p.42)
Walsh no intenta dar ni metáforas, ni moralejas. Fotos es un cuento donde la búsqueda del autor de nuevas formas de contar (como la inclusión de diferentes voces con diferentes discursos y géneros por ejemplo) encandila la historia.
En Fotos como en otros cuentos se narran dos historias. Al comienzo Jacinto relata en primera persona la vida de un amigo de la infancia, Mauricio. Ambos personajes se convertían en los protagonista del cuento. Este último se lo describe como la oveja negra del pueblo, quien siempre se metía en problemas. En cambio Jacinto, se muestra como una persona que viene de “una buena familia” y se comporta como esperan sus familiares, representando el orgullo para toda su familia, sobre todo para su padre, cuando se convierte en abogado.
La vida de Jacinto es predecible, tranquila y hasta lineal. En cambio Mauricio va sufriendo cambios en su actitud y pasa de ser una persona que siempre tiene que moverse, y así lo pintan todas las voces que hablan sobre él, a querer establecerse nuevamente en el pueblo con un estudio fotográfico que abre con ayuda del padre. A partir de aquí se produce una discusión entre los amigos sobre el arte y la fotografía. Al final Mauricio se suicida sin antes incendiar el estudio y Jacinto hace una reflexión final sobre su amigo. Comienza y termina el cuento con la voz de Jacinto en primera persona hablando sobre Mauricio.
La otra historia que se cuenta, y se va intercalando (filtrando) en los párrafos, se refiere a los cambios que se dan en la vida política y las actitudes que toman los distintos personajes a partir de esos sucesos. El padre de Jacinto se pinta en el cuento como una persona influyente tanto en el pueblo como en la familia. “Me ofrecieron el puesto, pero Papá no quiso, dice que él me paga el sueldo. Claro, no se trata de eso, pero el no quiere transar con nada desde las últimas elecciones.” (p. 40) Comentario que hace Estela en una carta a Jacinto. Pero éste a su vez recibe instrucciones del padre en una carta luego de recibirse de abogado.
Yo soy viejo, pero vos tenés un lugar que ocupar, una línea que seguir. Vas a cambiar de partido porque el nuestro se murió. (…)Acordate que la pelota se patea en Buenos Aires, pero el pié se apoya aquí. Tenés que conocer a la gente, los chacareros, los acopiadores, los comisionistas, resolver los problemas y pleitos, sacar presos. (…) Vamos a abrirte un estudio en el pueblo, ya lo tengo pensado. (p. 45)
La voz de la madre de Jacinto que también aparece, se entrevera en su texto la vida de la familia como así también la del pueblo:
(…)¿no sé si conociste esa chica que tomó el grado en vez de Estela? Buenos, “dicen” que anda con M. ¿Qué me contás? En mayo o junio iremos por allá, tu padre quiere cambiar el auto. Vendió bien los últimos Hereford, ahora no quedan más que mochos en todo el campo, que va bien, lástima que no se consigue quien trabaje. Le quisieron meter el sindicato y los sacó carpiendo, pero hay días que no come, de tan furioso que está. ¿Hasta cuándo, no? (…) (p.42)
Walsh no intenta dar ni metáforas, ni moralejas. Fotos es un cuento donde la búsqueda del autor de nuevas formas de contar (como la inclusión de diferentes voces con diferentes discursos y géneros por ejemplo) encandila la historia.
Comentarios